Más de 30 muertos y 150 heridos dejó la explosión de un tráiler cargado con 25 toneladas de nitrato de amonio que chocó contra otro vehículo en una carretera cercana al poblado de Nadadores, a 195 kilómetros de la capital del estado de Coahuila, al norte del país.

De acuerdo con las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del estado, el chofer del tráiler, propiedad de la empresa Orinoca, instalada en el municipio coahuilense de Cuatrociénegas, huyó sin notificar que transportaba material altamente peligroso.

Gloria Flores, una mujer que estuvo cerca del lugar del accidente, dijo que los ocupantes de la camioneta que se impactó contra el tráiler conducían en estado de ebriedad y el conductor invadió el carril del tráiler.

La explosión ocurrió a las 8:00 de la noche del domingo y causó una onda expansiva en un kilómetro a la redonda, abriendo un hoyo de tres metros de profundidad y 100 metros de diámetro, que borró prácticamente un tramo de la carretera, según elementos de rescate que estuvieron en el lugar.

Entre las víctimas se encuentran tres periodistas de la ciudad de Monclova que habían llegado al lugar de los hechos para tomar fotografías: Andrés Ramírez, de La Prensa; Carlos Ballesteros, de El Tiempo, y David Herrera, de El Zócalo.

"Los tres iban corriendo adelante de mí y vi cuando volaron, Andrés perdió las piernas, David se quemó y Carlos sólo cayó", contó Jesús Rodríguez, reportero del periódico La Prensa, quien se salvó.

Además de los reporteros, las personas fallecidas eran curiosos que ignoraron la alerta de los rescatistas, habitantes de comunidades cercanas, automovilistas que en esos instantes pasaban por el lugar, policías y personal de rescate.

Los heridos fueron trasladados a hospitales y clínicas de los municipios de Cuatrociénegas, Monclova, Frontera y San Buenaventura y la circulación terrestre fue prohibida hasta nuevo aviso.

Luis Horacio de Hoyos, delegado de la Procuraduría estatal reportó 50 vehículos destruidos y 18 viviendas dañadas por la onda expansiva.

El accidente es la segunda tragedia ocurrida en el estado de Coahuila en los últimos dos años. En febrero de 2006, una explosión en la mina Pasta de Conchos, en San Juan de Sabinas, sepultó a 65 mineros.

El presidente Felipe Calderón aseguró desde Nueva Delhi, India, que está pendiente del caso al que atiende en coordinación con las autoridades locales.

"Quisiera expresar mi pesar por un accidente trágico que se registró hace unas horas en México, y quiero enviar mis más sentidas condolencias a los familiares de quienes perdieron la vida en ese lamentable accidente de Coahuila", dijo.

Por su parte, el gobernador del estado Humberto Moreira pidió una exhaustiva investigación sobre los permisos para transportar carga peligrosa en un tramo carretero de alta afluencia vehicular.

El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado solicitará la creación de una comisión legislativa investigadora para que se "aclare y se deslinden responsabilidades".

Según las primeras investigaciones, la carga que transportaba la empresa Orinoca se dirigía a entregar el nitrato de amonio a la compañía japonesa Takata.

La prensa coahuilense documentó en días pasados que Takata actualmente enfrenta 45 demandas penales, presentadas por habitantes de la colonia Industrial, de Ciudad Frontera.

Los denunciantes exigen el pago de 2.5 millones de pesos por daños materiales causados a sus inmuebles por las explosiones ocurridas el marzo de 2006 cuando se incendiaron ocho colectores que almacenaban en la planta 48 mil kilogramos de un explosivo, utilizado para la activación de las bolsas de aire de automóviles."